Las alfombras de Semana Santa, características de la época
Muchas costumbres en Guatemala se han conservado durante años, entre ellas la elaboración de alfombras en la época de Semana Santa.
Aserrín, frutas, pino y diseños espectaculares cubren las calles de la capital y de algunos departamentos. Estas alfombras son de colores vivos, olor a corozo y muchas veces con frases que hacen reflexionar a los espectadores sobre el verdadero significado de la procesión y de la Semana Santa.
Historia…
Las largas y extraordinarias alfombras propias de la cultura guatemalteca forman parte del arte popular efímero y están en la memoria colectiva del guatemalteco desde hace mucho tiempo. Son un claro ejemplo del sincretismo religioso y cultural. .
Su origen tiene dos fuentes: en la época prehispánica se sabe, por los cronistas españoles del siglo XVI y los testimonios indígenas escritos, que los señores y sacerdotes caminaban, en ciertas ceremonias, sobre alfombras de flores, de pino y de plumas de aves preciosas como quetzal, guacamaya y colibrí. .
Esta tradición mesoamericana se encontraba presente, en particular, entre los indígenas tlaxcaltecas que durante la Conquista, en el siglo XVI, fueron traídos como personal militar de apoyo por los conquistadores iberos. En la ciudad de Santiago de Guatemala, en 1,527, a estos indígenas les fue asignado solar para vivir en donde hoy se encuentra el pueblo de Ciudad Vieja, en Sacatepéquez. .
Por otro lado, a ello se suma la influencia española, particularmente de las Islas Canarias, en Tenerife e Isla de la Gomera, en donde se elaboraban alfombras desde tiempos remotos, ya que hay testimonios escritos del siglo VII, confeccionadas con tierras de colores, arenas y también de flores. Otra tradición primitiva catalana consistía en sembrar el suelo, por donde debía pasar la procesión del Corpus Christi, de ramaje de plantas olorosas como el romero o el espliego que, junto a los pétalos de rosas que se echan al paso del Santísimo Sacramento, crean un ambiente especial, medio campesino medio urbano por donde había de pasar la procesión. El valor sagrado del incienso o del copal lo adquiría en sentido traslaticio el romero o la murta que los huérfanos valencianos esparcían antes del comienzo de la procesión. En algunos lugares, como Toledo, donde la tradición procesional es también muy antigua, además de ese alfombrado se construían arcos. .
En la Guatemala hispánica los franciscanos, que tuvieron a su cargo la mayor parte de la evangelización en Guatemala, mantuvieron la tendencia a favorecer la religiosidad popular. .
Uno de ellos, Pedro de Betancourth, era originario de Villa Flor, pueblecito de Tenerife, por lo que conocía las tradiciones canarias. Con este origen y con el desarrollo histórico de los siglos XVII y XVIII, las alfombras se sincretizaron e hicieron guatemaltecas porque se cargaron de nuevo contenido, que las llevaron a formar parte de la cultura de los habitantes. .
Su funcionalidad está muy ligada al culto propiciatorio y rogativo. Elaborar una alfombra significa para los creyentes agradecer un favor, un milagro y se convierte en obligación personal del individuo hacia la imagen a que venera, que son en Guatemala, los Cristos Yacentes, los Nazarenos y las Dolorosas como la Virgen de Soledad y de todos los Dolores.
La elaboración de una alfombra es simplemente arte
Los materiales que comúnmente se utilizan son aserrín, flores, frutas, legumbres y panes. El diseño de la alfombra depende del deseo de quien la vaya a elaborar, meses antes deben preparar el mismo, ya sea de carácter religioso o artístico, sin embargo hay casos en los que el diseño se hace el mismo día en que se fabricará la alfombra, los productos naturales más comunes son el corozo, estaticia, gravilea, bugambilia, crisantemos, claveles y rosas. Las que se realizan con aserrín deben tener varios colores, por lo que se tiñe con colores brillantes. El tiempo que se lleve para su elaboración depende de la sencillez del mismo, hay alfombras que se han elaborado hasta en 15 horas.
Los colores típicos de la época, y los más usados en las alfombras, son el morado, anaranjado, café, verde y amarillo.
Elaborar una alfombra no solamente representa el agradecimiento a Jesús por el sacrificio que llevó por los cristianos, también promueve la unión entre las personas, ya que en su mayoría se reúnen familias o grupos de amigos para compartir la experiencia.
¿Cómo se elaboran?
Lo primero es preparar el diseño. Asegura que es mejor hacerlo días antes para que ese día se ahorre tiempo, también para poder hacerla con más detalles y que eso la haga más especial.
Uno o dos días antes se debe teñir el aserrín, según los colores y el diseño que se utilizará.
El mismo día se debe regar la calle con el fin de eliminar residuos de basura que puedan estropear el diseño.
Cuatro horas antes de que pase la procesión se inicia el proceso, primero se coloca el aserrín en la calle, se esparce el color base. Éste debe estar húmedo para que pegue bien. El aserrín puede estar colocado en formas o rectangular. Arriba del color base o “el de hasta abajo” se colocan planchas de cartón en donde se tiene el dibujo que se hará. Encima del cartón se coloca el aserrín o material que se utilizará en los detalles de la alfombra. Eso es lo más tardado, porque se deben hacer del medio hacia las orillas, con el fin de evitar pisar mucho el aserrín. En las orillas se acostumbra a colocar legumbres o frutas, pero en muchas no se coloca porque realmente complica la labor de los cargadores.
Cuando ya se tiene el diseño listo en la calle, el aserrín está colocado y decorado, se salpica con agua nuevamente para que se “apelmace” de mejor forma. Con ello se finaliza el proceso más común de elaboración de una alfombra.